Más de 4 millones de niños y niñas ucranianos necesitarán ayuda humanitaria en 2024

• Más de 221.000 niños y niñas ucranianos han sido atendidos por Aldeas Infantiles SOS desde el comienzo de la guerra.
• La organización ha proporcionado apoyo a 369.690 personas en Ucrania y a 9.300 refugiadas en distintos países europeos a través de su Programa de Respuesta a Emergencias.
• Refugio, alimentos, ayuda material y en efectivo, servicios de apoyo psicosocial y de salud mental y rehabilitación de niños y niñas heridos han sido sus principales áreas de acción.

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Madrid, 21 de febrero de 2023. A punto de cumplirse el segundo aniversario del comienzo de la guerra en Ucrania, Aldeas Infantiles SOS hace balance de su labor en el terreno y alerta de que las necesidades humanitarias se han disparado, estimando que más de cuatro millones de niños y niñas necesitarán ayuda en 2024. La organización, que amplió de forma significativa sus actividades en el país al comienzo de la guerra, ha proporcionado atención directa a 378.990 personas a través los distintos proyectos de su Programa de Respuesta a Emergencias.

Durante los últimos dos años, Aldeas Infantiles SOS ha mantenido y ampliado sus operaciones tanto dentro de Ucrania como en los países receptores de refugiados. Gracias a su fuerte presencia local e internacional, la organización se encuentra en una posición idónea para ofrecer ayuda a las familias desplazadas y refugiadas y a los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en tránsito, no acompañados o separados de sus familias. “La infancia y adolescencia sin cuidado parental es uno de los grupos más vulnerables durante los conflictos armados, con alto riesgo de abandono, negligencia, violencia y trata. A menudo carecen de recursos básicos, así como de la posibilidad de huir de las zonas en guerra”, explican desde Aldeas.

La organización de atención directa a la infancia lanzó en marzo de 2022 un Programa de Respuesta a Emergencias a través del cual ha atendido a 378.990 personas: 369.690 en Ucrania, de las que 221.210 son niños y niñas, y 9.300 refugiadas en distintos países europeos. La asistencia a estos últimos incluye alojamiento, apoyo económico y para satisfacer sus necesidades básicas, ayuda con la gestión de trámites y la escolarización, así como asesoramiento laboral para adultos y acceso a internet. Todo ello con el objetivo de facilitar su integración y la recuperación de la normalidad perdida como consecuencia de la guerra.

Aldeas en Ucrania ha extendido su presencia a nueve regiones: Kiev, Zakarpattia, Kharkiv, Lviv, Chernivtsi, Poltava, Ivano-Frankivsk, Chernihiv y Odesa. Esta amplia cobertura geográfica le ha permitido contribuir a la evacuación de 30.000 personas, proporcionar apoyo psicosocial y de salud mental a 65.482, y hacer llegar ayuda humanitaria a 157.807 a través de aliados en el terreno. La organización ha facilitado refugio, alimentos y artículos no alimentarios especialmente a la población que se ha visto obligada a desplazarse internamente.

Además, se han implementado programas de asistencia en efectivo y vales para 28.280 participantes, destinados a familias de acogida, desplazados internos y familias con niños y niñas en tratamiento por lesiones de guerra.

En sus siete Centros Sociales la organización  ha atendido a más de 113.000 niños, niñas y familias en situación de vulnerabilidad. El trabajo multidisciplinar que allí se desarrolla incluye apoyo psicosocial y de salud mental mediante terapias individuales y grupales, y actividades de fortalecimiento de la resiliencia para adultos, niños y niñas.

“El impacto negativo de la guerra en la salud mental de la población está siendo enorme, especialmente en aquellos cuyos seres queridos han sido asesinados y heridos, y han visto sus hogares y ciudades destruidos. Los niños y niñas están particularmente afectados”, aseguran desde Aldeas. “Familias enteras deben enfrentarse a la pérdida, el duelo, la ansiedad, el miedo, a no saber el paradero de sus seres queridos, a tener que dejar sus hogares y escuelas, y a ser testigos o sujetos de violencia y aislamiento”. Por eso, Aldeas cuenta con equipos móviles que operan en áreas de difícil acceso, asegurando que sus servicios de apoyo psicológico llegan a quienes más los necesitan.

Paralelamente, Aldeas ha creado 73 Espacios Amigables para Niños y Niñas en todo el país, donde realizan actividades lúdicas y educativas adaptadas a diversas edades y, sobre todo, donde los más pequeños se sienten seguros y pueden volver a ser niños y niñas. Por ellos han pasado 60.976 participantes a lo largo de los últimos dos años.

Tanto en estos espacios como en los Centros Sociales, Aldeas ha proporcionado entornos de aprendizaje adecuadamente equipados, así como materiales educativos para estudiar, además de clases de refuerzo y apoyo logopédico. El sistema educativo en Ucrania se ha visto seriamente afectado por la escalada de la guerra, vulnerando el derecho a la educación de millones de niños y niñas.

Apoyo a niños y niñas heridos de guerra

Gracias a uno de los proyectos creados por Aldeas para dar respuesta a las nuevas necesidades generadas por el conflicto se ha facilitado el acceso a servicios de rehabilitación ortopédica, neurológica y psicológica integral a 1.166 niños y niñas heridos de guerra, así como la adquisición de medicamentos y material médico.

El programa incluye intervenciones psicológicas y de terapia del habla personalizadas y se asegura de que los niños y niñas asistan a sesiones educativas online individuales y alineadas con el currículo escolar.

La guerra en Ucrania ha perturbado la vida de millones de niños y niñas, negando sus derechos humanos y separando a las familias. En 2023, la situación se volvió aún más extrema. “A medida que el conflicto ha ido devastando pueblos y ciudades cercanas a la línea del frente, las necesidades humanitarias en estas áreas están alcanzando niveles catastróficos: el 40 % de la población, lo que incluye a 4,1 millones de niños y niñas, necesitarán ayuda a lo largo del presente año”, sostienen desde la organización y alertan de que “toda una generación de niños y niñas corre el riesgo de crecer sin el cuidado y el apoyo que necesita”.